Cero en conducta

El pasado domingo, los Miami Dolphins salieron del Empower Field de Denver con una derrota por marcador de 13 a 20 que causó estragos en el ánimo de los aficionados de Miami.

Ante esto, el análisis de esta semana es más complejo de lo habitual, ya que no se trata de hacer leña del árbol caído, tampoco se trata de caer en derrotismo por una situación bastante normal, ni mucho menos minimizar o ignorar lo sucedido y pensar que solo fue una mala tarde.

Miami está jugando con un importante número de jugadores novatos o con escasa experiencia, estando entre los cuadros más jóvenes en la historia de la NFL. Si bien esto es muy esperanzador, la juventud viene acompañada de inexperiencia e inmadurez, lo que resulta especialmente crítico en posiciones que requieren un proceso de desarrollo de habilidades individuales y colectivas. Por ejemplo, en el caso de los linieros ofensivos, se requiere desarrollar la técnica adecuada para contrarrestar los distintos estilos de ataque defensivo, además de conformar una unidad colectiva que pueda reaccionar compensando unas acciones con otras. Pero eso requiere un proceso basado en| haber experimentado ciertas situaciones que permitan identificar complicaciones y soluciones.

Es decir que si estás usando a Austin Jackson, Solomon Kindley y Robert Hunt, todos novatos, existe toda clase de opciones para que la línea ofensiva cometa errores.

Peor aún es el caso de un mariscal. Peor aún si debe identificar la carga para coordinar a sus corredores, linieros y receptores, mayormente novatos.

Y es que hasta antes del domingo, Tua Tagovailoa había contado con la fortuna de jugar en condiciones similares al colegial, donde los oponentes apostaron por simplificar el plan de juego y jugar a vencer a partir de las ventajas de talla o velocidad, donde la inteligencia del zurdo hawaiano había sido suficiente para hacer funcionar el ataque.

Pero los Broncos de Denver optaron por algo distinto, apostaron por la madurez de su equipo, aplicando un libro de jugadas más complicado.
Históricamente la complejidad de un libro de jugadas ha fracasado pues implica un mayor tiempo para familiarizarse y aplicar adecuadamente los conceptos. Es decir, un libro de jugadas más extenso significa aplicar football con mayor conocimiento y compenetración.

Sería imposible poder garantizar cual es el libro de jugadas más complejo que ha existido en la historia de la NFL, pues nadie ha tenido acceso a todos. Sin embargo hay casos que se han hecho conocidos por haber sido una pesadilla para el equipo. Uno de esos casos mencionados como extremadamente complejos, fue el playbook de los Broncos que los llevó a ser bicampeones en los 90’s, dicho libro de jugadas consistía en más de 3500 páginas y contenía miles de opciones, solo para genios y donde la curva de aprendizaje para cada posición podía extenderse por dos o tres años, lo que era una pesadilla para quienes se agregaban ahí.

Miami en 2020 ha apostado justo por lo opuesto, simplificando los libros de jugadas y extendiéndose paulatinamente.

Esto lleva a que el estilo de ataques defensivos que aplicaron los Broncos en la línea fuesen imposibles de manejar para Tua, quién al no ajustar las asignaciones de bloqueo o las rutas, terminó por volver inoperante el ataque de Miami. Como efecto, hubo castigos en la línea ofensiva que afectaron la seguridad del conjunto y será uno de varios aspectos a trabajar esta semana.

Si bien Broncos empezó mal, causando una intercepción por parte de Xavien Howard que sirvió para simplificar las cosas y fundamentar la única anotación de los Dolphins, tras de eso, Denver aplicó un plan de juego basado en carreras con bloqueos por zona que resultaron inmanejables para los novatos Raekwon Davis, Benito Jones, Noah Igbinoghene y Brandon Jones.


Es decir que los entrenadores de Denver triunfaron sobre el conjunto de Miami con base en la falta de experiencia en sistemas ofensivos mixtos con fortaleza en la carrera externa.

Haber sacado a Tua es algo que fue muy criticado, pero realmente se notó diferencia en cuanto entró Ryan Fitzpatrick y casi funciona, ya que de no haber sido por la desafortunada intercepción, pudo venir la remontada.

Todo esto pasó sin sorpresa para los entrenadores, quienes no se sienten satisfechos, pero entienden que esto es parte de un proceso. El propio Tagovailoa señaló que le falta experiencia para identificar algunas formaciones defensivas y ajustarse a las condiciones de juego que experimentó en Denver. Es  obvio que Ryan Fitzpatrick tiene más valor del que se acepta por la mayoría; Tua debe aprender mucho del experimentado veterano.

Debe entenderse que a Miami le están faltando algunos elementos importantes, especialmente un receptor adicional con mayor compenetración con Tua y capacidad de separación, que permita mejorar la eficiencia en terceras oportunidades.
Esto no debe eliminar las esperanzas de Miami, ya que si bien la derrota pone fuera del escenario actual de playoffs a los Dolphins, una victoria esta semana podría revertirlo.

Ánimo, la curva de aprendizaje no será tan extensa y es mejor que surjan oponentes que permitan aprender cosas nuevas y no que este tipo de situaciones se den en escenarios más críticos.

Debemos confiar en el proceso.

Espero sus comentarios, FinsUp!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *