La temporada llega al último cuarto, con cuatro juegos que serán importantes para definir si los Miami Dolphins del coach Brian Flores han logrado doblar la esquina de la mediocridad en tan solo un año.
La semana pasada, Miami tuvo varias pérdidas de balón, que en otras circunstancias, habrían sido fatales y probablemente habrían llevado a una derrota, pero enfrentando a los New York Jets, el equipo tuvo suficiente margen de error como para sobreponerse y concretar una categórica victoria con resultado de 20-3 en su visita a la gran manzana.
Como era de suponerse, Jets intentó copiar el sistema de juego aplicado por Denver una semana antes, y puso el balón en las manos del veterano corredor Frank Gore, intentando hacer que el juego por tierra funcionase y los alejara de errores, pero simplemente eso no funcionó de la manera proyectada por el coach Adam Gase y su staff, haciendo que el mariscal Sam Darnold tuviese que buscar resolver por pase las cosas, lo cual hizo ver cuán dominante es la secundaria de los Dolphins este año.
Así con extraordinarias jugadas por parte de Nik Needham, Xavien Howard, Byron Jones, Bobby McCain y Eric Rowe, los Jets volvieron a quedarse sin anotación y sus únicos punto vinieron en su primera ofensiva, donde movieron bien el balón y su pateador, el mexicano Sergio Castillo concretó un gol de campo de 38 yardas. Vale señalar que el mismo Castillo falló un gol de campo bastante corto que pudo apretar ligeramente el marcador al medio tiempo.
De esta manera, los Dolphins obtienen una importante victoria, pero levantaron fuertes cuestionamientos contra un ataque terrestre que funcionó mejor con DeAndre Washington, pero no logró mostrarse contra una defensiva tan endeble como los Jets. Tomando en cuenta que Matt Breida fue agregado a la lista de COVID-19 por sospecha de contacto, que DeAndre Washington está casi descartado para esta semana por una lesión en la pierna, al tiempo que Salvon Ahmed sigue rehabilitando su hombro y que el multifacético Malcolm Perry trae una lesión en el pecho, destacó como todo parecía poner la titánica responsabilidad de acarrear el balón exclusivamente en las manos de Patrick Laird.
Y aunque Miami buscó opciones y audicionó a Brian Herrien, ex-estrella de Georgia y Elijah McGuire, tremendo corredor egresado de Louisiana Lafayette, debido a que los protocolos del COVID obligan a pruebas por 5 días antes de poder ser considerados a jugar, no podrían jugar en contra de los Cincinnati Bengals.
Será interesante ver cómo se dan las cosas con Herrien y McGuire, ya que son chicos que tienen mucho potencial. Herrien es un novato que tuvo la mala suerte de no ser reclutado y terminar en Cleveland, donde hubo demasiada competencia como para hacerse de un lugar; ahora el elusivo corredor y habilidoso receptor, está buscando una nueva oportunidad. Cae en el modelo de corredores que ha estado usando Miami esta temporada.
Por su parte, Elijah McGuire fue reclutado por los New York Jets en la sexta ronda de 2017, cuando el actual coordinador ofensivo de los Dolphins llevaba las riendas de la ofensiva neoyorkina. Es decir que está familiarizado con las ideas de Chan Gailey. A la llegada de Adam Gase, McGuire quedó fuera de planes y tras pasar por la escuadra de prácticas de los Cleveland Browns, llegó a ser parte de los campeones Kansas City Chiefs. Esta temporada intentó quedarse en Dallas, pero ahí hay grandes nombres que no logró pasar. Elijah es un corredor un poco más corpulento que los corredores de los Dolphins, es capaz de mover la roca en yardas complicadas y por ello podría ser solución en Miami.
Afortunadamente, los Dolphins han logrado recuperar a Myles Gaskin tras un mes fuera por un esguince del ligamento colateral medial de la rodilla. Además de Gaskin, los Dolphins han agregado de la escuadra de prácticas, al apoyador Nate Holley como reemplazo por COVID. Holley es un elemento muy interesante, ya que proviene del fútbol americano canadiense y fue reconocido como novato más destacado de la CFL.
Sin embargo, las notas principales y los mensajes en redes sociales se han centrado en el pulgar de Tua Tagovailoa. Tua golpeó el casco de uno de sus linieros durante una práctica en la semana previa al juego contra Jets, y desde entonces se sabe que no hay fractura, pero presenta dolor e inflamación en el ligamento colateral cubital que sujeta el pulgar hasta el codo. Este tipo de lesión limita la fuerza al mover la muñeca y apretar la mano, es decir para un mariscal, resulta muy molesto y limitante.
Por algunas comunicaciones de su agente, se dió a entender que Tua estaría jugando contra los Cincinnati Bengals en la cancha del Hard Rock Stadium, pero es mera especulación. Lo que es un hecho es que de manera limitada, Tua ha entrenado usando una protección en el pulgar, por lo que existe la opción de que juegue. Para ello, será evaluado previo al juego, ya que si bien los analgésicos y desinflamatorios modernos podrían haber restaurado la mano, este tipo de lesión no debe tomarse a la ligera, pues podría empeorar.
Este habría sido un duelo muy atractivo de no ser por la terrible lesión que acabó de manera temprana con la temporada de Joe Burrow. Sin él, con Brandon Allen en los controles, los Bengals han lucido muy poco en contra de los New York Giants, finalizando con solo 136 yardas.
Así le corresponderá al talentoso corredor Joe Mixon hacer funcionar un ataque felino que luce totalmente desbalanceado e ineficiente. Por su parte, la defensa de Bengals tampoco es una fortaleza y los receptores de Miami podrían tener un gran día.
Las claves del partido
La clave principal para Miami, será detener el ataque terrestre y obligar a los Bengals a usar a sus receptores. Si bien Tyler Boyd, Tee Higgins y A. J. Green son excelentes objetivos, la defensa tiene ventaja tomando en cuenta la capacidad de Allen como pasador.
De esta forma, en tanto respeten al oponente, no caigan en confianzas inadecuadas y mantengan su filosofía de juego, Miami debe salir con una victoria.
El pronóstico
Este puede ser un partido donde Bengals trate de copiar la exitosa estrategia de Broncos que sirvió contra Tua hace dos semanas, pero se antoja complicado que lo logren.
Mi pronóstico: CINCINNATI 13– 31 MIAMI