El ex entrenador de los Dolphins, Brian Flores, demandó el martes a la NFL y a tres de sus equipos, alegando discriminación racial en su proceso de contratación y despido.
NFL statement on Brian Flores’ lawsuit: pic.twitter.com/LaJVJuw3gS
— Adam Schefter (@AdamSchefter) February 1, 2022
Brian Flores, quien fue despedido durante el Black Monday el 10 de enero después de tres temporadas al frente de los Dolphins, no fue despedido por lo que el propietario del equipo, Stephen Ross, afirmó que eran problemas de comunicación y colaboración, sino frustración con su renuencia a “Tanking” durante la temporada 2019 de los Dolphins.
Según la demanda (documento de 58 páginas), Ross le ofreció a Flores $100,000 por cada pérdida durante la temporada 2019. “El propietario de los Dolphins, Stephen Ross, estaba descontento con esta actuación, no porque fuera deficiente. Por el contrario, el Sr. Ross quería que el Sr. Flores ‘acumulara’ la temporada para poner al equipo en posición de asegurar la primera selección del draft”, se menciona en el comunicado.
Flores se negó a perder juegos voluntariamente en su primera temporada, ya que su equipo ganó cinco de sus últimos nueve partidos. El récord de de los Dolphins al finalizar esa temporada fue 5-11 y los mantuvo fuera de la contienda por la primera selección del draft que el dueño del equipo deseaba.
La demanda alega que la liga ha discriminado a Flores y otros entrenadores negros por motivos raciales, negándoles puestos como entrenadores en jefe, coordinadores ofensivos y defensivos y entrenadores de mariscales de campo, así como gerentes generales.
“En ciertos aspectos críticos, la NFL está segregada racialmente y se administra como una plantación”, dice la demanda. “Sus 32 propietarios, ninguno de los cuales es negro, se benefician sustancialmente del trabajo de los jugadores de la NFL, el 70% de ellos”. quienes son negros. Los propietarios miran los juegos desde lo alto de los estadios de la NFL en sus palcos de lujo, mientras que su fuerza laboral, en su mayoría negra, arriesga sus cuerpos todos los domingos, recibiendo golpes brutales y sufriendo lesiones debilitantes en sus cuerpos y cerebros, mientras que la NFL y sus propietarios cosechan miles de millones de dólares”.
Flores sostiene que su entrevista de 2019 con los Denver Broncos también fue una “entrevista falsa”. Dijo que el entonces gerente general John Elway y el presidente y director ejecutivo Joe Ellis se presentaron a la entrevista una hora tarde y “lucían completamente desaliñados, y era obvio que habían estado bebiendo la noche anterior. Su demanda busca arreglar eso exigiendo ciertos cambios, que incluyen:
- Aumentar la influencia de las personas negras en las decisiones de contratación y despido para los puestos de gerente general, entrenador en jefe y coordinador ofensivo y defensivo.
- Aumentar la objetividad de las decisiones de contratación y terminación para esos puestos.
- Aumentar el número de coordinadores ofensivos y defensivos de color.
“Dios me ha dotado de un talento especial para entrenar el fútbol, pero la necesidad de un cambio es más grande que mis objetivos personales”, dijo Flores en un comunicado publicado por la firma de abogados que lo representa en el caso. “Al tomar la decisión de presentar la demanda colectiva hoy, entiendo que puedo correr el riesgo de entrenar el juego que amo y que ha hecho tanto por mi familia y por mí. Mi sincera esperanza es que al oponerse al racismo sistémico en la NFL, otros se unan a mí para garantizar que se produzca un cambio positivo para las generaciones venideras”.
La denuncia incluye mensajes de texto del entrenador de los Patriots, Bill Belichick, quien felicitó a Flores por haber sido contratado por los Giants cuando aún no había sido entrevistado.
“Lo siento, lo arruiné. Revisé dos veces y leí mal el texto. Creo que están nombrando a Brian Daboll. Lo siento”, dijo Belichick.
Los Giants nombraron a Daboll su entrenador en jefe tres días después. Ante está situación el equipo emitió un comunicado sobre esta situación.
“Estamos complacidos y confiados con el proceso que resultó en la contratación de Brian Daboll”, dijeron los Giants. “Entrevistamos a un grupo impresionante y diverso de candidatos. El hecho es que Brian Flores estuvo en la conversación para ser nuestro entrenador en jefe hasta el último momento. Finalmente, contratamos a la persona que consideramos más calificada para ser nuestro próximo director. entrenador.”
Flores también menciona que las cosas se torcieron en 2020 porque la demanda alega que Ross comenzó a presionar a Flores para que reclutara a un mariscal de campo destacado en violación de las reglas de manipulación de la liga. Flores, afirma la demanda, se negó a cumplir.
No obstante, Flores relata un incidente en 2020 cuando Ross invitó a su entrenador a almorzar a bordo de su yate. Y de repente, el entrenador se enteró de que el destacado mariscal de campo en cuestión también estaba llegando al puerto deportivo.
Flores dijo que se fue. El ex entrenador de Miami sostiene en su demanda que después de que salió de esa reunión, fue “tratado con desdén y presentado como alguien que no cumplía y con quien era difícil trabajar”.
Al igual que los Giants, los Dolphins sacaron un comunicado respecto a esta situación.
“Somos conscientes de la demanda a través de los informes de los medios que salieron esta tarde. Negamos con vehemencia cualquier acusación de discriminación racial y estamos orgullosos de la diversidad y la inclusión en toda nuestra organización. La implicación de que actuamos de manera inconsistente con la integridad del juego es incorrecta. Retendremos más comentarios sobre la demanda en este momento”.
A estas alturas del partido, todo mundo sabe que no hubo las mejor de las relaciones entre el ex entrenador en jefe de los Miami Dolphins, Brian Flores, y el resto de la gerencia y el dueño. Sin embargo, la relación aparentemente se fue desgastado mucho antes de lo que se creía originalmente cuando el equipo anunció que había sido despedido después de que la temporada regular de 2021 había llegado a su fin.
La liga tendrá que investigar este asunto para llegar un veredicto. Si las acusaciones contra los delfines son ciertas podría venir sanciones económicas, perdidas de selecciones para el Draft e incluso obligar al actual dueño del equipo a vender la franquicia tal y como sucedió con las Panteras de Carolina hace algunos años.
Se avecina otra novela con los Miami Dolphins, donde lamentablemente se ha vuelto una costumbre desde que Stephen Ross es el dueño mayoritario del equipo.