Los Miami Dolphins han llegado a un acuerdo con el esquinero Byron Jones para reestructurar su contrato, convirtiendo $13.255 millones de su salario base para 2022 en un bono por firma (que se reparte entre los años restantes del contrato), con lo que han generado $10.640 Millones de espacio bajo el tope salarial.
Este es uno de esos movimientos que suele hacer confusas las finanzas de los equipos en la NFL. Cuando una persona promedio piensa en términos del presupuesto, se asume como algo fijo, inamovible que representa una restricción. Pero en la NFL, cada contrato que se considera dentro del tope salarial tiene la flexibilidad de renegociarse y transformar las cifras para manejarse mejor. Existen expertos en manejar el tope salarial y movimientos como el de hoy permiten que un equipo adquiera jugadores con contratos millonarios y aún así manejarse bien moviendo las finanzas de la franquicia.
Esta reestructura, así como la extensión de Hill, resultan especialmente inteligentes si entendemos que las proyecciones de la liga a mediano plazo incluyen más participación de las casas de apuestas y una renovación de contratos de televisión y servicios de streaming que significará una importante inyección de recursos para la liga y aumentos significativos en el tope salarial a partir de 2023 o 2024.
Adicionalmente, Miami creó otros $750 K de espacio bajo el tope salarial, al rehacer el contrato del profundo Clayton Fejedelem.
Miami requiere hacer estos ajustes (y otros más) para dar flexibilidad y hacer las gestiones para posibles adiciones en la agencia libre y contemplar que dados los actuales puestos del Draft, Miami requiere cerca de $3 Millones para firmar a los novatos reclutados (los novatos no reclutados quedan lejos de los contratos más altos considerados en las reglas del tope salarial).
Esto es dinámico, por lo que sugerimos estar pendiente de la información distribuida en las redes sociales de SomosDolphins.
