El lado obscuro de una rivalidad

Los Miami Dolphins triunfan en Foxborough y Tua extiende a cinco las victorias contra el coach Belichick.

Quisiera que el mensaje de esta publicación quedase en eso, en concentrarme en destacar como los Dolphins del coach McDaniel vencieron displicentemente a los Patriots y tienen mucho por trabajar.  Quisiera poder dejar mis observaciones en una defensa de New England que jugó con miedo y cuyo único objetivo fue impedir los ataques verticales. Habría disfrutado dejar esta columna en un mensaje optimista por lo que pueden hacer estos Dolphins.

Pero es imposible dejar de lado que una persona murió durante el encuentro del domingo en Gillette Stadium. Dale Mooney, aficionado de toda la vida a los New England Patriots, con asientos para toda la temporada desde hace 30 años, falleció tras una violenta confrontación con un aficionado de los Miami Dolphins. Según testigos, Mooney de 53 años de edad iba acompañado de tres amigos y familiares, quienes se enfrascaron en disputas verbales con aficionados visitantes, lo que llevó a que durante el tercer cuarto del encuentro, a que las cosas escalasen de tono, pasando de las palabras a lo físico.

Mooney fue casi cinco filas adelante y sujetó a uno de los aficionados visitantes por el hombro, iniciando una pelea, que terminó con un tremendo golpe al rostro, que causó un violento impacto de su cabeza contra los asientos y el piso. Este impacto lo dejaría inconsciente y jamás recuperaría el conocimiento. Los servicios médicos del Gillette Stadium aplicaron RCP a Dave Mooney, quien fue llevado al  Sturdy Memorial Hospital en Attleboro, donde fue declarado muerto. A espera de los resultados de la autopsia, las autoridades siguen investigando el lamentable caso.

Quienes conocieron a Mooney hablan de alguien muy respetuoso, cauto y que no corresponde a alguien que iniciaría una pelea. En palabras de su esposa se requería demasiado para De hecho es reconocido como un héroe que hace unos años arriesgó su vida por rescatar a una muchacha atrapada en unas rocas.

Sea como sea, es inadmisible este tipo de situaciones donde los aficionados caen en la violencia física. Una rivalidad deportiva debe tratarse como tal, con apasionamiento, pero sin llegar a los golpes. Es sano usar el ingenio para disfrutar los triunfos de nuestro equipo, pero nunca llegar a eventos violentos como lo de este domingo.

Tyreek Hill llegó a destacar que algunos fanáticos de New England eran de lo peor y que el lenguaje que usaban “no lo usaría en la iglesia”, refiriéndose a lo tóxico y subido de tono que estuvo el ambiente en la casa de los Patriots. Por supuesto que los aficionados de Miami no actuaron como blancas palomas y se pusieron a la altura, usando todo tipo de palabras soeces que lograron romper la paciencia de más de uno de los bostonianos.

Ir a un estadio de la NFL es una experiencia fantástica, pero la liga tendrá que tomar cartas, ya que estadios como Lincoln Financial Park de Philadelphia, Soldier Field de Chicago, Acrisure Stadium de Pittsburgh y ahora Gillette Stadium de New England se han llenado de agresividad sin sentido. A la llegada al estadio de Eagles se han manifestado grupos de aficionados que agreden a quienes visten los colores de los visitantes, en la casa de los Bears cayó un aficionado desde un palco, la casa de los Steelers ha sido punto recurrente de agresiones entre aficionados (incluso del mismo equipo) y ahora la lamentable muerte de Dale Mooney marca como violenta a la afición de los Miami Dolphins.

Nuestras condolencias a los familiares de Dale Mooney, descanse en paz.

This article has 1 Comment

  1. Totalmente de acuerdo con la postura de Somos Dolphins en repudiar este tipo de seudo aficionados sean de Miami o de cualquier equipo es una rivalidad deportiva qué no se lleve más allá para poder seguir asistiendo a los estadios en familia.
    Descanse en paz Dale Mooney y nuestras oraciones para su familia.

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