Tras una jornada donde los Miami Dolphins han perdido piezas que son favoritos de los aficionados por haber brindado grandes satisfacciones, es momento de poner las cosas en perspectiva.
En los últimos días, la oficina frontal encabezada por Chris Grier ha tomado decisiones especialmente dolorosas para la afición al ver partir a elementos que han vestido los colores de la franquicia por varios años.
Si bien el corte de Jerome Baker permitió recuperar algo de espacio bajo el tope salarial, al tiempo que se planteaba la opción de que el apoyador interno más emblemático de los Dolphins regresase con un contrato más amigable con la situación del tope, fue un claro indicio de los vientos de cambio por venir.
La partida de Xavien Howard tras no acceder a un reestructuración contractual, puso más crítica la situación, ya que sobre Howard había señalamientos de una grave baja de juego posiblemente asociada en parte a la edad y otro tanto a los problemas fuera del emparrillado que enfrenta por líos de falda reflejados en demandas de paternidad.
Hasta ahí los aficionados habían mantenido la calma, esperando que Grier y su gente acomodarían la situación del tope salarial y tratarían de retener algunos agentes libres importantes de la franquicia como Christian Wilkins, Andrew Van Ginkel, Brandon Jones y Robert Hunt.
Sin embargo, al iniciar el periodo de negociaciones con agentes libres, todos ellos han obtenido grandes contratos lejos de Miami. Wilkins ha firmado un contrato con Las Vegas Raiders por más de 27.5 Millones anuales, mientras Van Ginkel se une a Brian Flores, coordinador en Minnesota tras firmar por 10 millones anuales con Vikings, Brandon Jones se irá a los Denver Broncos por 22.5 Millones anuales y Robert Hunt se muda a Charlotte para jugar con los Carolina Panthers tras pactar por cerca de 20 Millones anuales.
Si bien los onerosos contratos deberían servir para obviar que no era factible retener a estos jugadores, en redes sociales los aficionados manifestaron su enfado ante la partida de estas estrellas, describiendo como fallida la gestión de Chris Grier, por decir lo menos.
Sin embargo, más allá de la complicada cuestión de finanzas y el tope salarial, los Miami Dolphins están tomando decisiones estratégicas desde el punto de vista deportivo.
Anteriormente describimos que la llegada del coordinador defensivo Anthony Weaver podría significar una importante reconstrucción defensiva y así está sucediendo. Weaver maneja conceptos de una defensa más tradicional, ajena a la atípica defensa implementada por Brian Flores y Josh Boyer. Si bien Vic Fangio trajo algunos ajustes, el viejo entrenador trató de realizar una transición paulatina que terminó bastante mal tras una serie de lesiones que aún tiene a importantes elementos en rehabilitación.
Dada la precaria flexibilidad económica, resulto imposible retener a Christian Wilkins, quien es uno de los mejores tackles defensivos de la liga, aunque no necesariamente amoldaría ni en función de tackle nariz ni como el ala defensivo que se pretende con Weaver, lo que limitaba su participación, pasando de un elemento permanente en la defensa a una pieza más situacional.
Algo similar aplica con Andrew Van Ginkel, quien ha demostrado jugar por encima de su contrato, pero difícilmente se ajustaría a ser el apoyador interno veloz y efectivo que se requiere y como apoyador externo le tocaría desempeñarse en situaciones muy ajenas a sus fortalezas, pues no suele tener éxito cuando le tocan asignaturas de cobertura. Como ala defensiva queda descartado pues es demasiado ligero para el nuevo sistema.
Brandon Jones era el más complicado de todos, pues estadísticamente es de lo mejor de la liga al efectuar cargas como profundo, pero en un esquema más tradicional, donde tales situaciones son muy limitadas, sus resultados cubriendo alas cerradas no le favorecen.
El caso de Robert Hunt, quien será por siempre recordado por ser puro pundonor y habernos regalado aquella jugada contra los Baltimore Ravens, es un elemento que tendrá problemas dando protección para un mariscal que se deshaga del balón en más tiempo que Tua Tagovailoa. Así que aunque se le agradece su esfuerzo en Miami y se le desea éxito, resulta complicado verlo teniendo éxito al cuidar a Bryce Young.
Así que todas estas piezas fueron grandes jugadores durante los últimos años en Miami, pero la temporada 2024 que está por venir, será un nuevo comienzo en más de una forma.
Para cumplir las reglas y ubicarse por debajo del tope salarial, previo a empezar ajustes, los Dolphins cortaron a Xavien Howard, Jerome Baker y Keion Crossen, además de pactar cambios en los contratos de Jalen Ramsey, Terron Armstead, Zach Sieler, Alec Ingold y Durham Smythe, convirtiendo parte del salario base y bonos en bonos restructurados. El hecho de que Armstead optase por continuar jugando en lugar de retirarse como había hecho ver, facilitó los ajustes para Grier y su gente.
Hace unos días, durante el NFL Combine en Indianapolis, Mike McDaniel, entrenador en jefe de los Miami Dolphins expresó entre muchas cosas, que no es un entrenador que “copia y pegue” y planea rediseñar su sistema ofensivo, esperando mejorar lo hecho en la temporada pasada.
Y al parecer McDaniel respetará lo dicho ese día. El equipo ha empezado a conformar la ofensiva agregando al ala cerrada Jonnu Smith, una pieza que agregará versatilidad, pues si bien puede efectuar bloqueos, es más conocido por sus yardas tras la recepción y su efectividad en zona roja.
Para cubrir la posible salida de Connor Williams, los Dolphins han acordado con Aaron Brewer, centro titular de los Tennessee Titans. No es un elemento tan masivo, pero es mucho más veloz y efectivo bloqueando en jugadas terrestres. No extrañaría verlo como guardia más que centro, pero al menos ahora se cuenta con un verdadero centro probado, no improvisado. Si bien las críticas en Nashville no son nada amables y han manifestado sentirse agradecidos de que saliese del equipo, pero vale decir que cosas similares se dijeron de Connor Wiliams en Dallas cuando llegó a Miami.
La defensa de Anthony Weaver empezó su reconstrucción hace unos días al firmar al tackle defensivo Isaiah Mack, quien es un tackle nariz que ha recorrido la liga desde 2019 buscando ajustarse. De momento podemos calificarlo de un elemento para brindar profundidad, pero tiene amplio potencial.
Un elemento que si regresará a Miami es el defensivo secundario Nik Needham, quien sería de momento el sustituto de Xavien Howard, pero más bien apunta a seguir como elemento níquel del equipo.
Durante este lunes, los Dolphins han transformado el cuerpo de apoyadores, incorporando tanto a Jordyn Brooks, agente libre de Seattle Seahawks, como a Anthony Walker Jr. proveniente de los Cleveland Browns. Ambos son excelentes tackleadores, veloces apoyadores internos que destacaron como capitanes de sus equipos durante la temporada pasada y ajustan perfecto en los esquemas de Miami.
Walker es nativo de Miami y estudió la preparatoria a unas cuadras del Hard Rock Stadium. El egresado de Northwestern lleva siete temporadas en la NFL, cuatro con Indianapolis y tres con Cleveland. Acordó con los Dolphins por un año. Viene recuperándose de una cirugía menor que tuvo para atender una lesión en la rodilla.
Por su parte, Brooks egresado de Texas Tech, fue una primera ronda de Seahawks en 2020. Fue calificado como el mejor apoyador interno de la clase por diversos analistas incluyendo a Mel Kiper. Las expectativas por crear una nueva versión de la Legón del Boom en Seattle fueron muy irreales y eso ha marcado el destino de Brooks, lo que orilló a que Seahawks no tomasen la opción por su quinto año en su contrato de novato y ahora seguirá su carrera con los Dolphins tras pactar por tres temporadas y cerca de $10 Millones anuales.
No se espera que Miami vaya a hacer más contrataciones espectaculares en las próximas horas, posiblemente esperando hasta después del año nuevo NFL, el miércoles a las 4:00 PM tiempo del este de los Estados Unidos.
Pero es importante resaltar que si bien los aficionados suelen conectar con las contrataciones estelares, no se trata de ganar la agencia libre en marzo, sino de formar un equipo competitivo para ganar entre septiembre y febrero. Aún falta un largo trayecto, en especial el reclutamiento colegial, que puede brindar nuevos elementos al roster o crear oportunidades de canje con los equipos que refuercen ciertas posiciones, además de que durante los meses por venir hay cortes inesperados que permiten jugar con otras situaciones incluyendo las selecciones compensatorias, materia que Miami ha reprobado desde siempre.
Las oleadas de la agencia libre están lejos de terminar y habrá que ir explicando el proceso poco a poco, por lo que no hay que comer ansias ni caer en pánico y confiar en un proceso de reconstrucción defensiva y ajustes ofensivos que apenas inicia.
Recordemos que los Miami Dolphins no tendrán un juego el próximo fin de semana. Ni siquiera el próximo mes. Los juegos que cuentan empiezan en septiembre. Es un proceso y habrá que esperar.
Hola ! Soy un Aficionado de los Miami Dolphins, desde que hera un niño, y Miami obtuvo la temporada Perfecta. Espero, que pronto, vuelva a Ganar un Superbowl. Confío, y Siempre confiaré, en Todos, y cada uno, de los departamentos de este Equipo, y que Nunca pierdan la Garra, que Siempre los debe de Caracterizar. Much Coraje y Profecionalismo, les deseo para esta, y las siguientes temporadas. Uno de los más feacientes Fanáticos y Seguidores, de mis Mami Dolphins!!!!
Independientemente de las contrataciones los jugadores que dejo ir son mucho mejores en si era para que miami llegara al ser bowl, sin embargo al que fallo y se debió ir lo dejan, que es tua y hasta lo premian con un nuevo contrato no hay manera de justificar lo que están haciendo…